Sonia Ruiz del Valle, Criminologa del https://laboratoriopericialforense.com/
Uno de los casos más emblemáticos y polémicos en la historia de la criminología moderna es el asesinato de JonBenét Ramsey, una niña de seis años cuyo cuerpo fue encontrado en el sótano de su casa en 1966, en una escena que desde el primer momento parecía confusa.
La familia de JonBenét reportó una nota de secuestro, pero la autopsia reveló detalles que no concordaban con esta versión. Entre los hallazgos, el análisis detallado de las livideces cadavéricas mostró inconsistencias en la posición declarada del cadáver y la encontrada en la escena. Estas livideces ayudaron a establecer que el cuerpo había sido movido tras el deceso, un dato esencial para reconstruir la cronología y dinámica del hecho.

Más relevante aún fue la detección de heridas postmortem en el cuerpo de JonBenét. Estas lesiones, a diferencia de las perimortem (ocurridas alrededor del momento de la muerte), no presentan signos de hemorragia o reacción inflamatoria, indicadores propios del tejido vivo. Es por ello que, a raíz de la presencia de estas heridas, los investigadores determinaron que alguien intentó alterar o incluso simular ciertas lesiones para desviar la atención de los verdaderos hechos.
Actualmente, el caso sigue abierto, aunque se investigó a la familia, nunca se encontraron pruebas concluyentes contra ellos, por lo que, todavía no se ha determinado una persona responsable de los hechos.
Este caso representa el papel fundamental de los especialistas en tanatología forense. En la Escuela de Criminología y Criminalística (EICYC), formamos a expertos en esta disciplina a través del Máster en Ciencias Forenses.