Sonia Ruiz del Valle, Criminologa del https://laboratoriopericialforense.com/
Un contrato modificado, una firma que no parece auténtica, un certificado que genera duda… A simple vista, puede parecer solo un papel, pero detrás de él podría ocultarse un delito. Para descubrir la verdad, existe una disciplina especializada dentro de la criminalística: la documentoscopia, encargada de analizar y verificar la autenticidad de los documentos.
Pero, como podemos intuir, este análisis grafológico no se realiza a simple vista, es por ello, que los expertos utilizan herramientas y técnicas precisas para detectar alteraciones, falsificaciones o incluso añadidos. Concretamente analizan todo con detalle: el tipo de tinta utilizada, la presión del trazo, el tipo de papel, las firmas, la alineación del texto e incluso la forma en que se imprimió.
Sin embargo, antes de adentrarnos en el mundo grafológico, debemos de conocer los tipos de falsificaciones existentes:
- Imitación de firmas: cuando alguien intenta copiar la firma de otra persona.
- Alteraciones: cambiar fechas, cantidades o nombres en un documento ya existente.
- Montajes: juntar partes de documentos distintos para crear uno nuevo y falso.
- Copias manipuladas: reproducir documentos oficiales mediante impresoras o escáneres.
- Falsificaciones digitales: modificar archivos PDF o Word con programas informáticos.

Para analizar estas falsificaciones una de las técnicas más utilizadas es la luz ultravioleta e infrarroja, que revela tintas invisibles al ojo humano y permite detectar alteraciones encubiertas o textos que han sido borrados intencionadamente. También, disponen de análisis químico de tintas, estudio grafológico de firmas, análisis digital de metadatos en el caso de documentos electrónicos, entre otras técnicas especializadas, las cuáles puedes conocer en profundidad y aprender a utilizarlas de manera profesional en nuestro Máster en Grafística y Documentoscopia